San Mamés ya suministra energía a un centenar de familias y comercios

07 AGOSTO 2023

Un cuarto de la electricidad consumida en la Unión Europea podría producirse colocando placas solares en los tejados. Las energías renovables son una apuesta de los 27, que promueven su implantación vía ayudas, y cada vez tiene más adeptos entre la población, también en Euskadi. Sin embargo, los engorrosos trámites, las importantes inversiones que hacen falta y que no cualquier azotea es apta para este tipo de instalaciones complican la extensión de este modelo. De ahí que las comunidades energéticas locales, en las que particulares y empresas se unen para producir su propia electricidad, vayan al alza.

El pasdo año eran ya 42 las iniciativas que daban los primeros pasos en el País Vasco. Ahora, algunas empiezan a funcionar, como la TEK Athletic, una de las primeras en suministrar energía a sus socios, un centenar de hogares y pequeños comercios del entorno del estado de San Mamés, que desde febrero ahorran <<en torno a un 25%>> en la factura de la luz.

El proceso ha sido largo. La colocación de los 369 dispositivos en la cubierta del campo de fútbol, el único a nivel estatal que participa en una iniciativa de este tipo al ceder aprte de su cubierta a este proyecto, comenzó en el otoño de 2021. La burocracia y las negociaciones con las comercializadoras -siempre hace falta contratar una distribuidora- han dilatado su puesta en marcha. <<Desde que se tiene la instalación hasta que se legaliza el autoconsumo, puede pasar más de un año>>, lamenta Juan Diego, CEO de Edinor, filial de Petronor que impulsa este modelo de comunidades.
La instalación de San Mamés aporta a los socios en torno al 25% de la electricidad que necesitan. Por ese porcentaje pagan 7,5 euros al mes. El 75% restante, que es <<100% renovable>>>, les llega a través de la compañía contratada, con la que consiguen mejores condiciones que las que obtendrían negociando individualmente. Además, les aplica descuentos por el excedente.

Avances legales
En ese sentido, lo que no se consume en los momentos de más sol, se vierte a la red porque la instalación de “La Catedral” no cuenta con acumuladores. <<Ahora las posibilidades de almacenamiento salen caras y no las cubren los programas de ayudas>>, señala Diego. Sin embargo, aclara el consejero delegado de Edinor, <<a medida que la legislación y la tecnología avancen, las opciones y el porcentaje de autoabastecimiento irán aumentando>>.

Tanto es así que, en apenas unos meses, se ha abierto el radio de influencia de esta comunidad precisamente por los cambios normativos. Cuando se constituyó, solo podían sumarse a ella los residentes o los pequeños negocios ubicados en un radio de 500 metros. No se cubrieron las 150 plazas, ya que buena parte de la superficie la ocupan <<la Escuela de Ingenieros, Termibus, EiTB, una residencia de ancianos…>>. En estos momentos, la legislación permite que se adhieran a este topo de iniciativas los hogares y comercios ubicados a 2 kilómetros, en este caso prácticamente todo el centro de Bilbao y varios barrios.

La comunidad ha abierto un proceso para sumar nuevos socios. Buscan medio centenar, con los que se alcanzaría la capacidad máxima de producción de las placas fotovoltaicas, que, además de dotarles de mayor <<autonomía>>, destaca Juan Diego, generan una energía más <<sostenible>>. <<Evita la emisión de 1.100 toneladas de CO2 anuales, el equivalente a plantar 4.710 árboles en el entorno del estadio>>, asegura.

 

Alfonso Astigarraga tiene un negocio en el entorno de San Mamés. Hace unos meses, con las incesantes subidas en la tarifa de la luz, llegaba a pagar <<hasta 200 euros>> al mes. Bien es cierto que un negocio como una clínica dental, con aparataje que debe estar conectado a la corriente, tiene consumos elevados, pero también es verdad, asegura, que desde febrero han notado <<muchísimo>> cómo ha disminuido el recibo. <<Antes estaba más preocupado por el consumo del aire acondicionado; les decía mucho a las chicas: “cuidado con el aire, que la factura se dispara”>> recuerda.

A Astigarraga siempre le han interesado las renovables. <<Intenté montar una instalación en un edificio en el que tenía una propiedad para uso exclusivo de los vecinos, pero no me dejó el Ayuntamiento de Bilbao, u también una minicentral eléctrica en el Valle de Mena.>>, precisa. Ninguno de los dos proyectos salió adelante, lo que le hizo ser plenamente consciente de que <<es muy difícil>> que un particular saque adelante él solo una iniciativa de energías limpias. <<Te vuelves loco>>, reconoce el comerciante, que asegura que se apuntó a la comunidad <<por concienciación>> y por su rechazo <<a la posición de dominio absoluto de las eléctricas>>.

Similares razones llevaron a Diego Iglesias a la primera reunión informativa. Ahora es el presidente de la TEK Athletic, elegido en una asamblea por el resto de los socios. Destaca este residente en el entorno de San Mamés las <<facilidades>> para sumarse a esta iniciativa, sobre todo teniendo en cuenta que, con las administraciones, <<cualquier trámite es infernal>>. En este caso, basta con apuntarse, pagar una aportación inicial de 50 euros y la cuota mensual de 7,5 que cubre una parte del consumo y <<mantenimiento, seguros, incidencias… No hay que preocuparse de nada y no hay permanencia>>.

En una aplicación en el móvil pueden consultar tanto su consumo como su producción diaria. <<El día 3 a las 11:00 fui plenamente autosuficiente y generé excedente>>, resalta satisfecho Iglesias mientras muestra la pantalla de su teléfono.

Lee el suplemento de El Correo sobre las CEL/TEK, aquí.

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